«Ayudarnos los unos a los otros forma parte de nuestra cultura»
Los valores de JYSK son sólidos y forman parte de lo que somos. Esto queda todavía más acentuado ahora que el mundo está siendo golpeado por una pandemia y los cambios inesperados se han convertido en parte de nuestra vida diaria.
Con la llegada de la pandemia del coronavirus, el mundo se ha revolucionado. De repente, todo lo que sabíamos se convirtió en extrañeza e incertidumbre.
O casi todo. Porque algunos valores se mantuvieron firmes, crecieron y se hicieron todavía más fuertes: los valores de JYSK.
«Hemos podido comprobar que la unidad y lealtad entre compañeros y con JYSK se han reforzado. Está muy claro que nuestros valores están perfectamente reflejados en toda la empresa. Estamos muy orgullosos de esto», afirma Mikael Nielsen, Executive Vice President Retail.
Los valores forman parte del éxito
Han sido y siguen siendo tiempos difíciles para muchos de nosotros, tanto en nuestra vida privada como en el trabajo. En algunos países, las tiendas han permanecido cerradas durante periodos de tiempo más largos y, en algunos países, más de una vez. Y, lamentablemente, todavía no hemos llegado al final de la pandemia de coronavirus.
«Cuidamos de nuestro personal. Eso forma parte de nuestros valores fundamentales. Dependemos totalmente de nuestros empleados, especialmente en estos momentos complicados. Debemos permanecer unidos, ser flexibles y leales, y mostrar respeto entre nosotros y ante las difíciles situaciones a las que muchos de nosotros nos enfrentamos. Y lo más importante de todo: debemos ayudarnos los unos a los otros. Y hemos visto innumerables ejemplos de esta actitud. Esto es fantástico y parte del motivo del éxito que hemos experimentado a pesar del coronavirus», señala Mikael.
Ayuda rápida en España
Cuando la segunda ola de la pandemia del coronavirus golpeó España en Agosto, la primera tienda española de JYSK también se vio afectada cuando un empleado de la tienda de Málaga dio positivo en una prueba. En menos de dos horas tras la confirmación del positivo, la tienda se cerró y todos sus compañeros regresaron a sus hogares y se sometieron a pruebas.
Mientras tanto, el District Manager Jorge Martín acudió a la tienda cercana de Mijas. Al día siguiente, un equipo de compañeros de Mijas ya estaba listo para ofrecer su ayuda. Se procedió a desinfectar todo el establecimiento y al día siguiente la tienda ya estaba lista para volver a abrir sus puertas.
«Fue todo muy caótico para mis compañeros, pero se las arreglaron extraordinariamente bien», señala Braulio Da Rocha, Store Managed de Málaga.
La ayuda es para todos
Durante una semana, los empleados de Mijas trabajaron para mantener en funcionamiento tanto su tienda como la tienda de Málaga antes de volver a la normalidad. Pero esta situación se truncó cuando el coronavirus volvió a golpearnos. En esta ocasión, fue en Mijas.
«En cuanto supimos que la tienda de Mijas estaba afectada por el coronavirus, fui allí para ayudar. Era ya una cuestión personal. Su ayuda había sido vital para nosotros», comenta Braulio.
Algunos de los compañeros de Málaga le siguieron.
«Cuando les conté lo que estaba sucediendo en Mijas, le prepararon de inmediato. Querían ayudar. Les salió del corazón», señala Braulio.
Braulio y sus compañeros también están agradecidos por el apoyo y el respaldo que recibieron de JYSK como empresa.
«Se tomaron muchas decisiones de un modo muy eficiente, lo que permitió encontrar una solución rápida. De este modo, pudimos solucionar la situación de forma adecuada», afirma Braulio.
Los compañeros son más importantes que nunca
En Eslovaquia, todas las tiendas permanecieron cerradas durante un periodo de tiempo más largo en primavera debido a las restricciones establecidas y la segunda ola de la pandemia también ha golpeado con fuerza a este país.
Recientemente, dos tiendas se vieron abocadas a la posibilidad de un cierre temporal porque algunos de sus empleados enfermaron. Pero un equipo de compañeros del distrito se mostraron dispuestos a ayudar, con lo que se consiguió que las tiendas pudiesen permanecer abiertas.
Uno de esos compañeros fue Libor Kubranský, Store Manager de Považská Bystrica.
«Ayudarnos los unos a los otros forma parte de la cultura de JYSK, y ahora es más importante que nunca, debido a los tiempos que nos ha tocado vivir. He podido comprobar la energía y el impulso que se genera cuando un compañero se muestra dispuesto a ayudar en caso de necesidad», señala Libor, que ayudó a las tiendas de Trenčin y Čadca.
Una cultura de empresa especial
Libor, que ha trabajado para otras cuatro empresas antes de llegar a JYSK, describe la cultura de JYSK como algo muy especial.
«Somos miembros de una familia. Es una sensación totalmente diferente a lo que había conocido con anterioridad. Hablamos de forma honesta acerca de nuestros problemas y JYSK siempre está dispuesta a ayudar. Estoy orgulloso de la empresa y del modo en el que ha gestionado la pandemia del coronavirus».